e acaban de celebrar las elecciones generales en nuestro país. Algunos las hemos bautizado de “generalísimas” al coincidir con otra celebración, el fallecimiento del que fuera jefe del estado por la gracia de dios y del masivo asesinato de miles de españoles y españolas.
De nuevo la ley electoral que rige esta convocatoria, una ley injusta, antidemocrática y vergonzante, da ventaja a los llamados dos partidos mayoritarios. ¿Cómo se puede defender una norma que atenta contra el principal fundamento democrático de una persona, un voto?. Pues sí, las dos “grandes” formaciones solo miran el interés propio y no han querido cambiar esta ley porque les beneficia a ambas, hoy por ti, mañana por mí. Hay que fomentar el bipartidismo y alimentar la alternancia (cuestión muy distinta a la alternativa).
¿Cómo se puede admitir que un partido que obtiene el 44,62% de los votos válidos tenga la mayoría absoluta?, esta solo se debería lograr si se tiene más del 50%, pero no hay protesta por parte del otro contrincante en esta farsa ya que en anteriores comicios la moneda cayó de su lado. Y es harto sencillo, un hemiciclo de 350 congresistas se debería constituir con un sistema proporcional a los votos obtenidos. No es solo el sistema D’Hont el que beneficia a las dos formaciones mayoritarias, lo peor es la circunscripción electoral provincial que impide que los votos de los ciudadanos valgan igual dependiendo del lugar de residencia. Pero es una gran mentira que esta ley beneficie a los partidos nacionalistas. Como bien dice un Compañero si así fuese ya se habría cambiado. Los beneficiados son el PP y PSOE que de esta manera apuestan por el bipartidismo y laminar a los partidos llamados minoritarios, como si la voluntad de elegir fuese un “pecado” si no va en la dirección “adecuada”. También es de señalar que una de las formaciones más perjudicadas es la encabezada por la Sra. Díez aunque habría que recordarla su pasado en una de las formaciones que se benefician de este enredo.
Y como las matemáticas son implacables es fácil demostrarlo. El PP ha conseguido un 44,62% de votos, por lo que su representación sería de 156 escaños y no los 186, el PSOE que ha obtenido un 28,73% tendría una representación de 101 ante los 110 que les han otorgado, CIU con el 4,17% tendría 15 por los 16 que tendrá en la Cámara Baja. Si continuamos con las formaciones que tienen una situación pareja entre la realidad y la justicia vemos como AMAIUR ha obtenido un 1,37% con 7 escaños cuando le corresponderían 5, PNV con el 1,33% quedaría de igual manera con 5 puestos, ERC con el 1,05% estaría uno menos ya que le correspondería 4 por los 3 obtenidos, el BNG con el 0,73% tendría 3 por los 2 que tiene, CC con el 0,59% quedaría igual con 2, COMPROMIS con el 0,51% tendría uno más 2 en vez de 1, FAC con el 0,40% no sufriría variación, GBAI con el 0,17%se mantendría con el 1, EQUO con el 0,88% tendría 3 mientras en este caso no obtiene representación y EB con el 0,40% tendría 1 pero ahora está fuera del Parlamento. Estos datos se podrían aumentar con alguna otra formación que se queda fuera y podría tener representación.
Pero ahora debemos fijarnos en las dos formaciones más perjudicadas. Una es UPYD que con el 4,69% obtiene 5 escaños y, todavía puede no tener Grupo Parlamentario por no llegar al 5% (habrá que esperar lo que decida, y le convenga, al Sr. Rajoy) y que por el porcentaje de votos debería tener 16 escaños. Y por último (y esto ya es algo inveterado) tenemos a IU que con el 6,92% tiene 11 representantes por los 24 que le correspondería en un sistema proporcional, democrático y equitativo.
¿Cuántas veces van? y las que te rondaré porque estoy seguro que tras los próximos comicios volveremos a hablar del mismo tema.