La imagen no pertenece a la IV Parte de la película “El Padrino”, esa obra maestra del séptimo arte que nos muestra la saga de aquellos que hicieron de la extorsión y muerte su forma de vida, aunque pudiera parecer que en nuestro país se hubiese instalado una nueva forma de presunta mafia. Cada día aparecen nuevos datos de corrupción, compra de favores y no si en algunas ocasiones habrán llegado a tener muertos en el armario, decía un sabio que todas las fortunas tienen algún muerto en su agenda.
La fotografía es actual, de hace pocos días. En ella están dos miembros del equipo “popular valenciano” dándose un abrazo que me imagino de amistad o de esos cómplices que se hacen saber que están a las maduras y a las menos maduras (ellos saben que nunca tendrán que verse en las duras). El lugar es el hemiciclo de las Cortes de la Comunidad valenciana donde dicen que reside la soberanía popular (me parto de la risa). A la derecha el “defenestrado” Ricardo Costa, hasta la fecha portavoz y secretario general del PP y a la izquierda el President Camps. Pero me gustaría que nos fijáramos en el aumento de la foto. Es la muñeca del Sr. Costa, en ella hay una pulsera con los colores de la bandera bicolor, la muestra del patriotismo que corre por sus venas. Mejor me hubiese gustado que llevara unos guantes con esos colores para demostrar que un patriota no mete la mano en la caja ni engaña a los contribuyentes, que un patriota trabaja por el bien de la patria, aunque imagino que el sentido que tienen estos salvapatrias es que esto es SU PATRIA y que por ello la gestionan como un coto privado. Así que visto esto me declaro apartida, pienso en aquel poema de Serrat que decía “mi patria y mi guitarra las llevo en mi, una es fuerte y es fiel, la otra un papel”, y aquello que se proclamaba en la película “Senderos de gloria” de que la patria es a menudo el refugio de canallas.
