miércoles, 10 de junio de 2009

APUNTES ELECTORALES

Acaba de terminar el proceso electoral del Parlamento europeo. Una vez llegados los resultados todas las formaciones hacen balance, analizan y dan su visión de cómo han ido para sus intereses. Como siempre nadie ha perdido y busca subterfugios para satisfacer a sus electores y militantes. Pero no voy a entrar en analizar estos comicios que, dicho sea de paso, ya son estudiados y profundizados por sesudos analistas. Quiero referirme a dos cuestiones.
La primera es la abstención. Pocos responsables de los partidos y coaliciones presentadas a los comicios han hablado de este tema. Es, cuando menos preocupante, que casi un 55% de los ciudadanos con derecho a voto en España se haya quedado en casa. Es cierto que los optimistas dicen que la media europea ha sido superior. Mal de otros, consuelo de tontos. Es legal el resultado, sí. Tiene legitimidad, ya me entran dudas. La campaña ha sido denigrante, los dos “grandes” (a los que se les da las mayores, por no decir únicas, oportunidades de salir en todos los medios de comunicación) se han dedicado a desprestigiarse mutuamente con supuestos (siempre presuntos) casos de corrupción (tema que da para otro artículo). El caso es que con tanta acusaciones mutuas me da la impresión que no hay inocentes, si no más bien todo lo contrario. A ellos, que tienen la casi totalidad del tiempo y espacio en esos medios, no se les ha ocurrido hablar del proyecto que presentan para Europa, de la importancia de las leyes que se aprueban en ese espacio parlamentario, de todo lo presuntamente importante que se cuece en ese Parlamento. Es más, parece que les importa un bledo si hay más o menos participación, los resultados ya estaban cantados por las encuestas.
La segunda cuestión es la extrapolación que hacen algunos medios de los resultados de estas elecciones a unas generales. Ciertamente no se como sacan los datos en caso de las listas donde se agrupaban varios partidos, todos nacionalistas y que prácticamente tienen sus votos en sus respectivas regiones o nacionalidades. Los medios no van a morder la mano que les da sustento y han pasado los datos europeos a las elecciones a diputados “respetando” la actual ley electoral que, como ya sabemos hasta el hartazgo, no se caracteriza precisamente por su reparto igual y democrático de los escaños. Pues bien respetando la Ley D’Hont y, sobre todo, la circunscripción provincial, hacen una distribución como sigue. PP 170 (actualmente 154), PSOE 149 (169), CiU 12 (10), PNV 6 (6), ERC 4 (3), IU 3 (2), UPyD 2 (1), II 2 (actualmente no tiene representación) CC 2 (2), y desaparecerían BNG y Na-Bai.
Me parecería mucho más ilustrativo que publicaran una asignación de escaños en las Cortes Generales donde se aplicara de forma más clara la voluntad popular y se tradujera el principio de una persona, un voto, o sea, la proporcionalidad pura que refleja de manera más certera lo que se vota y nos dejáramos de sistemas correctores y, en el caso de las elecciones generales (también en las autonómicas) la supresión de la circunscripción provincial. Así el reparto, con unas variaciones de algún otro partido o coalición de las que carezco de datos, nos daría, por ejemplo que PSOE tendría 134 escaños, aproximadamente, PP 149, IU 13, UPyD 10 o II 4.. De los grupos nacionalistas, como ya he dicho con anterioridad, no sabría como distribuir los resultados que han obtenido en estas elecciones europeas. Creo que la diferencia es bastante significativa como para tenerla en cuenta y afrontar de una vez por todas una reforma en profundidad de la Ley Electoral.

11 de junio de 2009.