Nos hizo más sabios
(Análisis sobre Mario Benedetti).
Y solo él nos dio “refugio y café instantáneos”, tomó el guión de la tierra, de las cosas que iban pasando por el mundo, de las que pasarán; tomó la idea de lo sencillo con precisión y lo hizo inmenso; dudó de todas las preguntas, intuyó las respuestas no quiso ser alto para que cualquiera le alcanzara en la biblioteca; llenó actos con su nombre; le dio “la cana al mundo” y nos la puso luego, porque algo sucedía siempre detrás de su texto; nos hizo más sabios en cuanto a dudar siempre; contó palabras y sitios que sí eran de este mundo; me alejó de la muerte tantas veces; llevó la poesía al calendario, al powerpoint, a la carpeta bajo el brazo del estudiante de secundaria , en suma, lo entendían. Difícil ser sencillo en un mundo que adora la complicación, en un mundo críptico, hermético y elitista, se mofó de nuestro empaque, os metió el dedo en la llaga. Y ahora, ¿le discriminarán por fácil los gestores, los filólogos, los poetas? ¿Lo olvidarán, por gustar a todo el mundo, los altos poetas parnasianos?
El único ser humano que conozco capaz de mantener la respiración después de muerto es un poeta. Se salió por fin del paréntesis, estaba sin “luz”, es bien sencillo.
*La negrita es mía.
MARÍA ELOY-GARCÍA. POETA. MÁLAGA.1972
Diario “Público”. 23 de mayo de 2009. Sección “Culturas”