Después de más de 36 años aparecen los nombres de lo asesinos de Víctor Jara. Los autores materiales que no intelectuales. Los que apretaron el gatillo, los que torturaron y acabaron con la vida de este increíble ser humano, poeta, cantautor, investigador del folklore andino y revolucionario. Obediencia debida alegarán. Ahora cando están entrados en la cincuentena son detenidos y serán (probablemente) procesados. Sus delitos habrán prescrito pero sus nombres quedarán en la memoria como asesinos, quizás los menos culpables, pero cómplices de crímenes contra la humanidad y contra la inteligencia (se le supone) de los seres humanos.
Aquí, en este “santo” país, es noticia en la prensa, en las televisiones. Algunos que jalean este acto de justicia son los mismos que luego dicen “si, pero aquí no”. Porque aquí todavía pululan los asesinos y represores del franquismo, todavía están vivos, todavía son recibidos como demócratas”. Pero aquí no. Se pueden enfadar altas instancias de la nación.
A los que no han escuchado, a los que no han indagado en la vida y obra de Víctor Jara les animo a que lo hagan.